Empezando un blog sobre cualquier cosa, creo yo, tiene uno dos problemas principalmente: Primero, no saber que escribir, o segundo, tener mucho de que hablar y no poder elegir. Yo me decidí a empezar por el principio, por como empecé a preparar cocteles.
El primer coctel del que tengo memoria data de hace 12 años cuando mi abuela festejaba su séptima década y todo el mundo tomaba champaña y/o whisk(e)y y yo, un pobre y sobrio niño de 10 años, no me quería quedar atrás. Por este motivo me acerqué al señor que servía las bebidas y le dije que en una copa tipo flauta (en las que estaban sirviendo la champaña) me sirviera Ginger Ale y un poco de Sprite para que quedara del mismo color y 'burbujosidad' de la champaña y que de paso le pusiera unas gotas de limón. Al poco tiempo todos los niños estábamos tomando lo mismo y no faltaron las miradas escandalizadas de algunos de los adultos a los que no les dejábamos probar nuestra creación sólo para que no se enteraran que muy a pesar de algunos, el brebaje no tenía ni un gramo de alcohol.
Hoy a mis 23 años sigo teniendo en cuenta lo mismo que entonces: Hay cocteles para todo el mundo, para casi toda ocasión y con cualquier ingrediente pero lo escencial está en poder usar lo que uno tiene, cuando lo tiene, y para el propósito que tiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario